El primer día del Coloquio Michel de Certeau
28 de agosto de 2025La Universidad Alberto Hurtado celebró los cien años del nacimiento de Michel de Certeau, jesuita e historiador francés, con el coloquio internacional “Michel de Certeau: experiencia espiritual, historia y política. Entre Francia y los mundos americanos”.
El encuentro organizado por el Instituto de Teología y Estudios Religiosos UAH y el Instituto de Historia PUC reunió a destacadas académicas y académicos de Brasil, Francia, Argentina, Suiza, Italia y Chile, quienes dialogaron sobre la vigencia del pensamiento de De Certeau en las ciencias humanas, la teología, la historia y la sociología.
En la apertura, el director del Instituto de Teología y Estudios Religiosos UAH, Roberto Saldías SJ, valoró la relevancia de que este coloquio se realice en la Universidad y destacó que la obra de Certeau “sigue interpelando a los debates contemporáneos”.
Por su parte, el académico y también integrante del ITER, Carlos Álvarez SJ, recordó la relación de Certeau con Chile desde 1966, cuando visitó la comunidad San Roberto Bellarmino y dictó conferencias en la Facultad de Teología: “Su obra no ha dejado de circular por horizontes lejanos y queremos leerla a la luz de nuestras experiencias”.

La primera mesa estuvo a cargo de María Clara Bingemer, académica de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica (Chile), quien abordó la experiencia mística como un saber de la alteridad. “La experiencia mística es inefable, pero encuentra su lenguaje en marcas psicosomáticas y gestos; con el cuerpo, la mística halla su lenguaje social moderno”, explicó.
Bingemer vinculó esta reflexión con la teología de la liberación y la figura del migrante, definido como extranjero que ofrece a las comunidades la posibilidad de un “éxtasis-éxodo de sí”. Concluyó que la teología “solo es fiel cuando abre espacio para el otro y devuelve la experiencia al grupo y a la historia”.
Posteriormente, Geraldo De Mori SJ, académico de la Facultad Jesuita de Filosofía y Teología de Belo Horizonte (Brasil), analizó la relación de Certeau con la religiosidad popular brasileña: “La teología no compite con las ciencias humanas ni habla en nombre del pueblo, sino que actúa en los bordes: es una teología poética y profética, que hospeda al otro y deconstruye lenguajes cerrados. El teólogo es aprendiz, no escriba”. Advirtió además sobre la necesidad de resguardar la diversidad de voces y prácticas que suelen homogenizarse bajo la etiqueta de “popular”.
La tercera mesa fue moderada por Paula Dittborn, académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UAH, y contó con las exposiciones de Niccolò Brandodoro, de la Universidad Sapienza de Roma, y Phillipe González, de la Universidad de Lausana).

Brandodoro repasó los vínculos entre Certeau y el psicoanálisis, recordando su rol en la fundación de la École Freudienne de Paris junto a Jacques Lacan. Identificó tres claves en su método historiográfico: la crítica al uso de categorías junguianas, el rechazo a un uso aplicativo del psicoanálisis en la historia y la construcción de un diálogo autónomo con Freud en tensión con la escuela de los Annales.
Finalmente, Phillipe González abordó la relevancia de la “antropología del creer” desarrollada por Certeau para la sociología de la religión. “Lo he leído como un cazador furtivo”, señaló, aludiendo a la libertad con que se apropia de sus conceptos.
Destacó la actualidad de esta perspectiva para comprender el debilitamiento de las instituciones modernas frente a fenómenos como el negacionismo climático y el impacto de las redes sociales, que “sacuden la trama de lo común”. En su exposición, subrayó que para Certeau creer no es una proposición, sino una práctica social inscrita en los cuerpos: “Creer es dar crédito, remitirse al otro confiando en él”.